No, yo no conocí santuarios
Ni escuchaba Mozart a los cinco
Nunca me quede quieto ante rayas
Y menos la magia o la vanguardia
No conocí dogmas, ni me entregué a nada
No raye un pollock en mi almohada
Ni me creía en caminos amarillos o toallas
Fui quien ya no soy
Un tímido de todo, ambicioso de nada
Un pantalón con canicas y chicles
Una pantalla que reflejaba otra pantalla
Un pajarito que escurría días y nada de sueño
Extraño lo que fui.
8 sept 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)